Salario emocional: qué es y ejemplos
Imagina dos empresas idénticas: mismo sueldo, mismas condiciones, mismo horario. Pero en una, los empleados se sienten valorados, tienen beneficios sociales como flexibilidad para conciliar su vida personal, y cuentan con oportunidades de crecimiento. En la otra, solo reciben su salario a fin de mes, sin ningún otro incentivo.
¿Dónde crees que la gente realmente QUERRÍA trabajar? La respuesta es obvia.
En este artículo, vamos a explicarte qué es el salario emocional, un concepto clave para mejorar el compromiso laboral, la retención de talento y el clima laboral. Pero, ¿qué es exactamente? ¿Cómo beneficia tanto a empleados como a empresas?
Let’s go!
Qué es el salario emocional
El salario emocional (o salario motivacional) es un conjunto de retribuciones no económicas que una empresa ofrece a sus empleados para mejorar su bienestar, satisfacción y motivación. Hablamos de mucho más que un simple salario a fin de mes: flexibilidad, desarrollo profesional, reconocimiento, bienestar…
Son beneficios como:
- Horarios que se adaptan a tu vida.
- Teletrabajo cuando lo necesitas.
- Un ambiente donde te sientes valorado.
- Formación continua.
Beneficios del salario emocional
El salario emocional trae ventajas tanto para tu empresa como para tus empleados.
Beneficios para los empleados
- Mejora la calidad de vida: imagina tener tiempo para la familia, disfrutar de los hobbies o simplemente descansar sin culpa. Un profesional que pueda equilibrar su vida personal y laboral sufrirá menos estrés y tendrá más energía para afrontar sus responsabilidades. La flexibilidad no es un privilegio, es un derecho de los trabajadores.
- Aumenta la motivación y el compromiso: cuando una empresa reconoce el esfuerzo de sus trabajadores y les ofrece beneficios para mejorar su día a día, estos se sienten más valorados y comprometidos con la organización. Este sentido de pertenencia se traduce en mayor lealtad y ganas de contribuir al éxito de la organización.
- Fomenta el desarrollo profesional: las oportunidades de crecimiento dentro de la empresa, como un curso de inglés para empresas o de coaching empresarial, ayudan a los empleados a mejorar sus soft y hard skills. Y esta mejora de habilidades les mantendrá competitivos, actualizados y preparados para el mercado laboral.
- Reduce el estrés laboral: un ambiente saludable, con buenas relaciones entre compañeros y sin una carga de trabajo excesiva, contribuye a mejorar la salud mental de tus trabajadores. Cuando los empleados se sienten respaldados por su empresa, su estrés disminuye y su rendimiento aumenta.
- Genera un sentimiento de pertenencia: las empresas que fomentan la participación, el trabajo en equipo y su cultura organizacional logran que sus empleados se sientan parte de una comunidad. Esto reduce la rotación de personal y crea un ambiente más colaborativo.
Beneficios para la empresa
- Mayor retención de talento: los empleados felices son empleados satisfechos con menos razones para abandonar la empresa. Si evitas la fuga de talento, reducirás costes de reclutamiento y formación de nuevos profesionales.
- Incremento de la productividad: un equipo motivado y feliz es un equipo imparable. Cuando los empleados sienten que su empresa se preocupa por ellos, su compromiso y rendimiento aumenta hasta conseguir mejores resultados.
- Mejor reputación corporativa: las empresas que se preocupan por el bienestar de sus empleados tienen una mejor imagen tanto interna como externa. ¿Te gustaría ser la empresa de la que todos hablan? Conseguirás atraer nuevo talento y mejorar tu percepción ante clientes y socios.
- Reducción del absentismo: un buen entorno ayuda a reducir el estrés y la desmotivación, y los empleados que se sienten cómodos en su trabajo tienen a faltar menos y a ser más constantes.
- Fomento de la innovación: si fomentas la creatividad y la comunicación, tus empleados se sentirán más seguros a la hora de proponer nuevas ideas y soluciones. Y cada desafío puede convertirse en una oportunidad.
- Mejor clima laboral: crear un ambiente donde tus empleados se sientan cómodos y valorados reduce los conflictos internos y mejora la colaboración entre equipos. ¿Hay algo mejor que trabajadores contentos que hacen bien su trabajo?
Cómo implementar el salario emocional
Si quieres que tu empresa aproveche los beneficios del salario emocional, sigue estos pasos:
- Escucha a tus empleados: no todas las personas valoran lo mismo. Algunos preferirán flexibilidad y otros oportunidades de crecimiento. Tendrás que realizar encuestas o entrevistas para conocer cuáles son las necesidades de tu equipo.
- Adapta los beneficios a tu equipo: tampoco existe una única solución porque las empresas tienen diferentes posibilidades y estructuras organizativas. ¿Cómo solucionarlo? Con opciones personalizadas que se adapten a la cultura empresarial y a las necesidades de los empleados.
- Crea un plan de acción: define bien qué medidas implementarás y cómo lo harás. Establece objetivos claros, asigna responsables y elabora un cronograma para mantener el orden.
- Involucra a los responsables y directivos: su respaldo es clave para que los cambios se hagan realidad, ya que deben estar alineados con la estrategia y dar ejemplo.
- Comunica los beneficios: no te servirá de nada implementar mejoras si los empleados no las conocen y las desaprovechan. Es importante que haya una buena comunicación interna para que todos estén informados, ya sea mediante correos, reuniones o plataformas.
- Evalúa y mejora continuamente: evalúa el impacto, recibe feedback de los empleados y ajusta la estrategia según los resultados.
Ejemplos de salario emocional
A continuación, te presentamos 15 ejemplos de salario emocional con consejos prácticos para aplicarlos en tu empresa.
Flexibilidad horaria
Ofrecer a tus empleados la posibilidad de gestionar su propio horario es una de las estrategias más efectivas para mejorar su bienestar. No todas las personas son igual de productivas en los mismos momentos del día, y darles la posibilidad de adaptar su jornada puede mejorar su rendimiento.
Además, la flexibilidad horaria facilita la conciliación familiar, reduciendo el estrés y mejorando la satisfacción laboral. Para implementarlo, tendrás que establecer unas expectativas claras y fomentar la autogestión, asegurando que los objetivos se cumplan sin necesidad de una supervisión constante.
💡 Tip! Establece un horario común donde todos deben estar disponibles (por ejemplo, de 9:00 a 14:00), y deja que gestionen el resto de su jornada.
Trabajo remoto o híbrido
El teletrabajo se ha consolidado como una de las mejores estrategias para mejorar la calidad de vida de los empleados. Poder trabajar desde casa evita largos desplazamientos, reduce costes y permite un mayor equilibrio entre la vida personal y laboral.
Para que esta modalidad funcione correctamente, es imprescindible proporcionar herramientas adecuadas, establecer canales de comunicación y definir normas claras para garantizar la productividad y la cohesión del equipo.
💡 Tip! Crea un “kit de teletrabajo” para nuevas incorporaciones con guías, herramientas y consejos para mantener la productividad. ¿Y qué tal un “café” virtual para mantener el contacto? ☕
Planes de formación y desarrollo
Proporcionar oportunidades de formación continua no solo beneficia a los empleados, sino también a la empresa.
Los programas de capacitación en soft y hard skills, como un curso de inglés para empresas, coaching empresarial o formaciones técnicas, aumentan la motivación y refuerzan el compromiso laboral.
Implementar un plan de formación adaptado a las necesidades del equipo ayuda a retener talento y mantener a la empresa competitiva dentro de su sector.
💡 Tip! Si el presupuesto es un problema, con la formación bonificada de FUNDAE ya no tendrás excusa.
Reconocimiento y feedback positivo
Un simple «gracias» o un reconocimiento público pueden mejorar la motivación de tus empleados. Ten en cuenta que sentirse valorado fortalece el sentido de pertenencia dentro de la empresa y fomenta su productividad.
Un sistema de reconocimiento ayudará a reforzar tu cultura corporativa y a motivar a los empleados a dar lo mejor de sí mismos.
💡 Tip! Crea un canal de Slack o Microsoft Teams llamado #Aplausos donde cualquiera pueda destacar logros de compañeros.
Beneficios de bienestar
Ofrecer ventajas relacionadas con la salud y el bienestar, como acceso a gimnasios, sesiones de yoga o programas de nutrición, contribuye a reducir el estrés y potenciar la energía y vitalidad de tus empleados.
Las empresas que implementan programas de bienestar suelen registrar menores tasas de absentismo y mayores niveles de compromiso y productividad. Es recomendable realizar encuestas para detectar qué tipo de beneficios serían más valorados por tu equipo, evitando así invertir en servicios innecesarios.
Crecimiento profesional
Si tus empleados ven oportunidades reales de ascenso dentro de la empresa, estarán más motivados y comprometidos. ¿Cómo? Diseñando un plan de carrera claro con programas de desarrollo para retener el talento interno y fortalecer la cultura empresarial a largo plazo.
Es importante que los responsables aprendan a identificar el potencial de cada miembro de su equipo, ofreciéndoles herramientas y oportunidades para desarrollarse profesionalmente.
Días libres adicionales
Más allá de las vacaciones reglamentarias, ofrecer días libres adicionales por cumpleaños, asistencia a eventos profesionales o logros personales puede reforzar el mensaje de que tu empresa realmente se preocupa por el bienestar y equilibrio de sus empleados.
Para que esta iniciativa funcione, tendrás que establecer criterios sobre cómo y cuándo pueden utilizarse estos días adicionales, garantizando así que el beneficio se implemente de manera equitativa para todos los miembros del equipo.
Horarios de entrada y salida personalizados
Las circunstancias personales y familiares varían según la persona; no todos los empleados tienen las mismas rutinas ni responsabilidades fuera del trabajo. Por eso, ajustar los horarios según necesidades individuales permite mejorar la concentración y productividad durante la jornada laboral.
Las empresas que ofrecen flexibilidad suelen tener empleados más satisfechos y comprometidos con su trabajo. Eso sí, para implementarlo de manera correcta, es recomendable buscar un equilibrio entre las necesidades de la organización y las preferencias del equipo.
Ambiente de trabajo positivo
El entorno laboral influye directamente en la satisfacción, la creatividad y el rendimiento de los empleados. Existen prácticas para construir un buen clima laboral, como fomentar una comunicación abierta y transparente, prevenir la sobrecarga de trabajo y promover un trato justo entre compañeros.
Al fomentar un ambiente sano, fortalecerás su compromiso con la empresa y reducirás la rotación de personal, ahorrando costes asociados a procesos de selección y formación.
💡 Tip! Haz encuestas de clima laboral para detectar posibles áreas de mejora.
Planes de carrera personalizados
Cada empleado tiene aspiraciones, talentos y ritmos de desarrollo únicos. Al diseñar planes de desarrollo profesional adaptados a sus intereses y habilidades, podrás aumentar su motivación y compromiso con la empresa.
Es fundamental mantener conversaciones periódicas para evaluar el progreso y definir objetivos, asegurando que las necesidades de la empresa y del empleado estén en sintonía.
Eventos de integración y team building
Las actividades que ocurren fuera del entorno laboral fortalecen las relaciones entre los compañeros, promueven el trabajo en equipo y mejoran la cohesión organizacional.
Estas iniciativas generan sentido de pertenencia y ayudan a construir equipos más sólidos, ya sea a través de viajes corporativos, eventos deportivos o afterworks.
💡 Tip! Organiza un “día de talentos ocultos” donde cada miembro comparta una habilidad no relacionada con su trabajo (cocina, pintura, deporte, etc.) para fortalecer los vínculos entre compañeros.
Espacios de descanso y recreación
Contar con zonas diseñadas para la desconexión dentro de la empresa contribuye a mantener unos buenos niveles de concentración y creatividad. Pueden ser áreas con sofás, salas de juego o espacios verdes que permitan desconectar por unos minutos y regresar con las pilas recargadas.
Las empresas que invierten en estos espacios suelen observar mejoras en el estado de ánimo y bienestar de sus equipos, demostrando que estos “tiempos de desconexión” son necesarios para rendir con más eficiencia.
💡 Tip! Crea zonas diferenciadas: espacios para concentración con normas de silencio, áreas para colaboración creativa o rincones para descanso sin pantallas.
Programas de salud mental
El bienestar emocional y psicológico es esencial para mantener la satisfacción y productividad laboral. ¿Quieres demostrar tu compromiso con el cuidado de tus empleados? Implementa programas de apoyo psicológico, charlas sobre gestión del estrés o acceso a profesionales especializados en salud mental.
Este tipo de iniciativas contribuyen a reducir el absentismo y fomentar un clima laboral más empático y respetuoso con la diversidad de situaciones personales que puedan afectar al desempeño de cada trabajador.
💡 Tip! Implementa días de salud mental (1-2 al año) que puedan tomarse sin aviso previo ni justificación, igual que harías con un resfriado.
Oportunidades de voluntariado corporativo
Facilitar la participación de los empleados en proyectos sociales o acciones de voluntariado durante el horario laboral fortalece la percepción de la imagen corporativa de la empresa, tanto de manera interna como externa. ¿Por qué no ofrecerles tiempo y recursos para involucrarse en causas que refuercen los valores de la organización?
El voluntariado corporativo es una buena herramienta de motivación, especialmente para las nuevas generaciones, que valoran cada vez más el impacto social de las empresas donde trabajan.
Beneficios para la conciliación familiar
Ofrecer servicios como guarderías en el centro de trabajo, permisos parentales extendidos más allá de lo legalmente establecido, o ayudas para el cuidado de familiares, facilita el equilibrio entre vida personal y laboral.
Estas iniciativas generan lealtad hacia la empresa y contribuyen a crear una cultura empresarial más inclusiva y respetuosa con la diversidad de situaciones familiares, lo que se traduce en un ambiente laboral más positivo y productivo.
Compromiso laboral: qué es y cómo mejorarlo en tu trabajo
¿Alguna vez te has parado a pensar en cómo te sientes cuando empiezas tu jornada laboral? Ya sea en la oficina o en casa, esa sensación de que tu trabajo te importa, de que tu empresa confía en ti y que tus compañeros te apoyan… Y lo mejor de todo: saber que estás en un lugar donde crecer profesionalmente.
Como responsable de RRHH, seguramente hayas visto de todo en compromiso laboral.
Recientemente, organizamos un webinar sobre employee engagement donde invitamos a profesionales de Cabify, Novicap y HR Lovers para conocer qué estrategias están realizando en sus empresas. Porque claro, ¿cómo podemos conseguir que nuestros empleados quieran dar lo mejor de sí mismos? ¿Cómo podemos medir si lo estamos haciendo bien?
En este artículo, vamos a enseñarte por qué es importante el compromiso en el trabajo y, sobre todo, qué herramientas puedes utilizar para mejorarlo en tu empresa.
Let’s go!
Qué es el compromiso laboral
El compromiso laboral (popularmente conocido como employee engagement) es el grado de conexión emocional, motivación y sentido de pertenencia que un empleado siente hacia su trabajo y su empresa. Vamos, es esa chispa que logra que alguien quiera ir a trabajar, sentirse involucrado en el trabajo y querer aportar valor.
También es un estado que se caracteriza por tres elementos:
- Vigor. Es la energía que te permite trabajar incluso cuando las cosas se ponen un tanto difíciles.
- Dedicación. Es el sentimiento de sentirte involucrado en lo que estás haciendo.
- Absorción. Es la capacidad de estar tan inmerso en tu trabajo que el tiempo vuela (¡sí, como cuando estás viendo tu serie favorita!).
Cómo es un empleado comprometido
Imagínate a ese compañero que:
- Se siente identificado con los valores de la empresa. Cuando los valores de la organización se asimilan a los suyos, el trabajo deja de ser “trabajo” y se convierte en algo más. Es esa persona que, cuando le preguntas por qué trabaja ahí, te habla más allá de su salario y empieza a contarte sobre propósitos y significados.
- Se esfuerza por el éxito del equipo. Una persona que siempre está pensando en cómo mejorar las cosas, aunque no le “toque” directamente. ¿El resultado? Ideas frescas y colaboración entre departamentos.
- No necesita que le digan qué hacer en cada momento. Toma la iniciativa, propone soluciones y actúa. Es quien viene con un “he estado pensando en cómo podríamos mejorar esto” en lugar de decirte que algo no funciona.
- No está actualizando su LinkedIn en busca de ofertas. ¿Por qué? Porque ha encontrado su lugar y siente que está creciendo profesionalmente. Cuando surgen dificultades, busca soluciones en lugar de excusas para marcharse.
- Actúa como un embajador de marca. Habla positivamente de la empresa fuera del trabajo, recomienda sus productos y/o servicios, y se siente orgulloso de pertenecer a la organización.
Por el contrario, todos conocemos también al trabajador desconectado:
- Hace lo mínimo indispensable.
- Se queja constantemente sin proponer soluciones.
- No se involucra con el grupo.
- Muestra poco interés en su desarrollo profesional.
- Nunca contribuye en las reuniones o proyectos.
- Tiene una actitud negativa que puede afectar al resto del equipo.
Según el informe State of the Global Workplace 2024, España es uno de los países de Europa con menor compromiso laboral.
Por qué es importante el compromiso en el trabajo
Siendo claros, el employee engagement no es un concepto de moda en boca de los profesionales de Recursos Humanos; es algo que realmente influye en la empresa.
Veamos algunos de los beneficios de tener empleados comprometidos:
- Mayor productividad. Un equipo comprometido va a trabajar con más entusiasmo, más rápido y con menos errores. Según el estudio de Gallup, los profesionales comprometidos generan un 21% más de rentabilidad. Imagina lo que significa esto para tu empresa: proyectos terminados antes de tiempo, objetivos cumplidos y clientes satisfechos.
- Menor rotación de personal. Piénsalo: cuando alguien está a gusto y ve futuro, ¿para qué va a buscar otras opciones? Lo que trae beneficios como ahorro en costes de contratación y retener el talento interno de la empresa.
- Mejor clima laboral. Cuando la gente está comprometida, la colaboración se dará de manera natural y los conflictos se reducirán.
- Mayor innovación. Porque cuando la gente no tiene miedo a proponer ideas (incluso las más alocadas), es cuando surgen las mejores propuestas. Los trabajadores comprometidos identifican antes nuevas oportunidades de negocio, comparten sus conocimientos y están más abiertos a experimentar.
- Mejor experiencia del cliente. Sí, los clientes también lo notan porque las buenas vibras son contagiosas. Un equipo comprometido ofrecerá un mejor servicio al cliente: será más paciente y empático, y construirá relaciones más fuertes con ellos.
- Mayor sentido de pertenencia. Ya no es “ellos”, es “nosotros”. Lo que se traduce en mayor lealtad hacia la empresa, estar más dispuesto a dar un empujoncito extra si es necesario y participar más activamente en la cultura empresarial.
- Reducción del estrés laboral. Cuando te sientes valorado y apoyado, hasta esos días con picos de trabajo son más llevaderos. ¿Qué ventajas incluye? Menor burnout, mejor equilibrio entre su vida personal y el trabajo, mejor salud mental y menos bajas laborales.
- Mejores relaciones entre compañeros. La comunicación y el trabajo en equipo mejoran a partes iguales. Habrá más colaboración y apoyo entre compañeros, y los resultados se notarán en la empresa.
- Más oportunidades de desarrollo profesional. Porque cuando estás motivado, es más probable que busques formas de crecer y mejorar. Los trabajadores participarán en programas de formación continua, de coaching empresarial y hasta ese curso de inglés bonificado para empresas que tanto te interesa.
- Mayor rentabilidad para la empresa. Porque todos estos factores juntos traerán mejores resultados en tu empresa.
“Yo primero me preguntaría qué es lo que quieren mis candidatos, qué es lo que valoran nuestros empleados y, después, qué pide el mercado laboral”
Jaime Puig, Fundador de HR Lovers
¿Qué opinan los profesionales sobre el compromiso laboral?
Como queríamos conocer las opiniones de otros profesionales del sector, lanzamos una serie de preguntas a los asistentes de nuestro webinar sobre compromiso laboral.
Y esto es lo que nos contaron…
- Un contundente 74% de los profesionales señaló la flexibilidad laboral como el factor con mayor impacto en la retención de talento de una empresa. ¿Sorprendido? Nosotros no; los trabajadores buscan modelos de trabajo que se adapten a su vida personal, al igual que respeto por la conciliación y adaptación según sus necesidades individuales.
- Más de la mitad de profesionales (55%) tiene claro que aumentar la salud y el bienestar de los empleados debe ser la prioridad de su empresa para el próximo año. Esto abarca todas las medidas relacionadas con el bienestar mental y físico, prevención del burnout, wellbeing corporativo, gestión del estrés, etc.
- Y aquí viene un dato interesante: el 79% de los profesionales considera que el inglés es importante e incluso fundamental para los empleados de su empresa. Y con las facilidades de la formación bonificada FUNDAE, ya no es una excusa.
Cómo medir el compromiso laboral de los empleados
Todo esto suena genial, pero… ¿cómo sabemos si lo estamos haciendo bien? Porque para mejorar el compromiso en el trabajo, tendremos que saber cuál es la situación actual en nuestra empresa.
Estas son algunas herramientas para medir el compromiso en el trabajo:
Encuestas de employee engagement
Serán tu mejor amiga. Pero ojo: no basta con hacerlas, hay que actuar según los resultados obtenidos para que no se conviertan en una pérdida de tiempo.
- Se deben realizar con una frecuencia regular (trimestral o semestral).
- Haz preguntas específicas.
- Sé transparente con los resultados.
- Elabora un plan de acción basado en el feedback de tus empleados.
- Mide el impacto de las acciones que has implementado.
💡 ¡Consejo! Incluye preguntas sobre motivación, satisfacción laboral, comunicación interna y relación con los compañeros y su responsable.
Tasa de rotación
La tasa de rotación no miente: si la gente está saliendo despavorida por la puerta de tu empresa, algo está ocurriendo. Por eso, hay que entender por qué:
- Realiza entrevistas de salida para conocer los motivos de cada empleado.
- Identifica si hay señales tempranas de desvinculación.
- Realiza un benchmark y compárate con tus competidores.
- Implementa estrategias de retención.
Feedback en reuniones individuales
Tienen que ser conversaciones reales, nada de monólogos disfrazados de diálogo. Así, conocerás las inquietudes, aspiraciones y nivel de satisfacción de tus empleados. Recuerda que deben ser reuniones bidireccionales para facilitar un diálogo abierto y sincero.
NPS (Net Promoter Score)
Pregúntale a tus empleados: “Del 1 al 10, ¿cuánto recomendarías trabajar aquí?”. Cuando mayor sea el número, mayor nivel de compromiso habrá en tu empresa; además, también te puede ayudar a segmentar por departamentos y antigüedad, y a identificar a embajadores de marca.
Medición de absentismo
¿El absentismo de tus empleados está por las nubes? Es hora de preocuparse, porque es señal de falta de motivación y compromiso en tu empresa. Tu trabajo será investigar cuáles son las causas que lo provocan, invertir en medidas de prevención y hacer seguimiento de posibles casos recurrentes.
“Preguntamos a los empleados si recomendarían la empresa como un buen lugar de trabajo para entender mejor la rotación de personal”
Andrea López, Head of Talent de Novicap
10 estrategias para mejorar el compromiso de los empleados
Ahora, ¿has detectado que el compromiso en tu trabajo no está en su mejor momento? Tranquilidad, hay muchas estrategias que puedes implementar para mejorarlo:
- Fomentar un liderazgo inspirador. Los trabajadores necesitan un jefe que les inspire y guíe en sus tareas, que les motive y reconozca sus logros, creando un entorno donde se sientan realmente valorados. Esto significa que hay que invertir en el desarrollo y habilidades de los responsables de tu empresa, ya sea con programas de mentoring o coaching empresarial. Eso sí, asegúrate siempre de que sus objetivos estén alineados con los de la empresa.
- Ofrecer oportunidades de desarrollo profesional. Cada departamento (o empleado) debe tener un plan de formación que responda a sus necesidades y a las de la empresa. Además, la formación tiene que tener unos propósitos claros: ¿qué habilidades podría mejorar? ¿Qué nos gustaría que pudiera hacer mejor? ¿Cómo voy a medir su efectividad?
- Potenciar la cultura de reconocimiento. Siempre debe ser auténtica y significativa. No se trata de darle un premio sin valor, queremos que el reconocimiento sea parte del día a día. Para ello, los responsables tienen que saber cómo darle feedback a sus trabajadores, crear un espacio donde poder celebrar sus éxitos y asegurarnos de que sus éxitos vayan acorde a los objetivos de la empresa.
- Mejorar la comunicación interna. La transparencia genera confianza y sentido de pertenencia, pero debe ser constante. Hay que compartir tanto las noticias buenas como las malas, explicar el porqué de las decisiones importantes que se toman y asegurarnos de que hay canales donde los empleados puedan expresar sus opiniones y preocupaciones.
- Brindar flexibilidad y beneficios sociales para empleados. Un empleado que no está bien no puede estar comprometido. Se debe poder equilibrar entre la vida profesional y personal para mejorar su satisfacción y el compromiso. Que la fruta gratis está muy bien, pero tienes que fomentar una cultura donde el bienestar de tus empleados sea igual de importante que los resultados a final de mes.
- Promover la diversidad e inclusión. No es solo lo correcto, es lo más inteligente. Hay que crear un ambiente donde todas las voces sean respetadas para generar mayor lealtad y compromiso.
- Establecer metas y objetivos claros. Los empleados deben entender cuál es su rol y cómo su trabajo contribuye a las metas de la empresa. Por eso, sus objetivos tienen que ser SMART (Específicos, Medibles, Alcanzables, Relevantes y Temporales).
- Fomentar un ambiente de trabajo positivo. Construye un espacio donde la gente quiera estar, no donde tenga que estar. Trabajar en un entorno saludable y libre de conflictos mejora la motivación y el rendimiento.
- Facilitar el trabajo en equipo. No es algo que surja por arte de magia, hay que fomentarlo desde dentro. Al promover la colaboración entre los compañeros, vas a reforzar sus relaciones y compromiso.
- Ofrecer incentivos y recompensas. Los incentivos también importan y no, no todo tiene que ser dinero. Ya sean monetarios o en forma de beneficios adicionales, vas a conseguir motivar y comprometer a tus empleados.
“Los beneficios que más valoran los empleados son conciliación, personalización y sentido de progresión”
Manuel Llamas Alonso, Talent Development Specialist de Cabify
Conclusiones sobre el compromiso laboral
El compromiso laboral no surge por casualidad, ni aparece de la noche a la mañana; es el resultado de una empresa que valora a sus empleados al invertir en un ambiente de trabajo donde puedan sentirse a gusto y obtener oportunidades de crecimiento.
Tras nuestro webinar, estos son algunos de los aprendizajes que nos gustaría destacar para aquellos responsables que lo necesiten:
- No puedes separar la estrategia de retención de talento de las personas y el negocio. Van de la mano.
- Como profesional de RRHH, debes practicar la escucha activa al empleado.
- Los beneficios para empleados deben ir más allá de lo superficial. El café y la fruta gratis están bien, pero no es suficiente.
Clima laboral: qué es y cómo mejorar el ambiente de trabajo
¿Te suena esa sensación de malestar en el estómago los domingos por la noche? ¿O quizás eres de los afortunados que trabajan en un lugar que recomendarías a tu mejor amigo?
No es casualidad. Detrás de estas experiencias se esconde lo que conocemos por clima laboral, ya que influye directamente en la productividad, el bienestar y hasta en la retención de talento dentro de una organización. Como responsable de Recursos Humanos, sabes que tener buen ambiente de trabajo puede ser la diferencia entre un equipo comprometido o uno que actualiza LinkedIn a escondidas.
En este artículo, vamos a explicarte qué es el clima laboral, cómo reconocer un mal ambiente de trabajo y cómo mejorarlo en tu empresa.
Let’s go!
Qué es el clima laboral
El clima laboral (o clima organizacional, como prefieras llamarlo) es la percepción que tienen los empleados sobre su entorno de trabajo. Va más allá de tener una oficina bonita o hacer afterworks los viernes: es la atmósfera que se respira día a día, la que determina cómo se sienten tus empleados cuando empieza su jornada laboral.
Mientras que un buen clima laboral puede fomentar la motivación y el rendimiento entre los trabajadores, un ambiente tóxico puede provocar que estén “open to work” en otra empresa.
Y sí, influyen tanto los aspectos tangibles (¿Recuerdas esa silla nueva que llevan meses pidiendo?) como los intangibles (por ejemplo, saber que pueden darte su opinión sin miedo a las consecuencias). ¡Debes tenerlos todos en cuenta!
Qué entendemos por entorno de trabajo
Cuando hablamos de entorno de trabajo, no nos limitamos a las cuatro paredes de la oficina. El entorno laboral abarca todo lo que influye en la experiencia de un empleado dentro de su empresa: la relación con sus compañeros, la cultura corporativa, las decisiones que afecten a su trabajo…
Básicamente, esto va desde el café de la máquina hasta las oportunidades de promoción, y todo suma… pero también resta.
Por qué es importante tener buen clima laboral
Si alguna vez has formado parte de un equipo donde la gente viene con energía a trabajar y después se va satisfecha a su casa, sabes que no tiene precio. Trabajar en un entorno de trabajo positivo hará que los empleados se sientan valorados y que la empresa se convierta en un espacio agradable donde desempeñar sus funciones.
¿Y cómo se traduce todo esto? En mayor motivación y compromiso. Porque sí, contar con un clima organizacional positivo ofrece ventajas tanto para los trabajadores como para la empresa.
A continuación, te enseñamos algunos de sus principales beneficios:
10 beneficios de un buen clima laboral
- Mayor productividad. No es magia: cuando la gente se siente bien, trabaja mejor. Un equipo motivado va a trabajar mucho más y mucho mejor. Los proyectos nuevos van a salir prácticamente solos, los deadlines se van a cumplir y la calidad se va a disparar. ¿El resultado? Mejores números para la empresa y menos dolores de cabeza para ti.
- Menor rotación de personal. Nadie abandona un trabajo donde es feliz, ¿verdad? Cuando el ambiente es bueno, la gente se queda. Y esto te ahorrará costes de selección y formación para nuevos empleados.
- Mejor colaboración y trabajo en equipo. En un ambiente positivo, las barreras entre departamentos desaparecen. La gente comparte sus conocimientos, se ayudan mutuamente e incluso celebran los éxitos ajenos como propios. Ese espíritu de “todos para uno” logra que los proyectos salgan adelante.
- Reducción del estrés y mejora del bienestar. Estar en un entorno laboral saludable es el mejor remedio contra el burnout. Cuando hay confianza y apoyo, los problemas se abordan antes de que se conviertan en crisis, y el estrés se mantiene a raya.
- Mayor creatividad e innovación. Si el equipo se siente seguro para compartir sus ideas más locas, seguro que sucederán cosas que ni te imaginabas. Al final, la innovación aparece en ambientes donde el miedo al fracaso no existe.
- Mejor reputación corporativa. Las buenas noticias vuelan. Una empresa conocida por su buen clima organizacional es un imán para atraer nuevo talento. El mejor employer branding es cuando tus propios empleados hablan bien de ti y te recomiendan.
- Mayor compromiso. Los empleados van a pasar de “uf, tengo que ir a trabajar” a “¡oye, yo también contribuir a ese proyecto!”. Es cuando se alinean los valores personales y empresariales que se fortalece la lealtad.
- Ambiente positivo y motivador. Va a tener un efecto contagio: el buen rollo se expande y crearás un buen ambiente laboral. Porque las risas no es señal de que no se trabaje, sino de que se está trabajando mejor.
- Mayor calidad en el servicio. Un empleado feliz consigue un cliente feliz. Es así de simple. Si tu equipo está comprometido, esa actitud se va a reflejar en cada interacción con el cliente.
- Aumento de la rentabilidad. Todo lo anterior sumar en la cuenta de resultados. Las empresas con buen ambiente de trabajo son más productivas y tienen mayor facilidad para adaptarse al cambio.
Ejemplos de mal ambiente laboral
Como profesional de RRHH, seguro que has visto (o incluso vivido) algunas de estas situaciones de mal ambiente laboral. Estos ejemplos son señales de que algo no funciona bien:
- Falta de comunicación. Es ese ambiente donde los rumores corren más rápido que los comunicados oficiales, o donde las decisiones importantes se descubren antes por el grupo de WhatsApp que por los canales oficiales. La falta de transparencia genera desconfianza, frustración y que los empleados se sientan excluidos de la empresa.
- Micromanagement. ¿Conoces a ese jefe que necesita revisar hasta el último correo de su equipo? Ese control excesivo asfixia la creatividad y manda un mensaje claro: “No confío en ti”. Y sin confianza, no hay compromiso que valga.
- Competitividad. No hablamos de esa competencia sana que nos hace mejorar, sino de ese ambiente donde cada uno va a lo suyo y el éxito de otros se ve como una amenaza. Cuando el individualismo supera el trabajo en equipo, todos pierden.
- Carga de trabajo excesiva. Ese “necesito esto para ayer” constante, esas jornadas interminables, esos fines de semana trabajando… Sin un equilibrio adecuado, hasta el empleado más comprometido acaba quemado.
Un entorno laboral tóxico puede presentar falta de comunicación, sobrecarga de trabajo o conflictos sin resolver; y llevar a los empleados a experimentar estrés, ansiedad e incluso buscar otras oportunidades fuera de la organización.
10 factores que influyen en el clima laboral
Si pensamos en el clima laboral como una receta, estos serían los ingredientes que necesitamos para que nos salga deliciosa… o para tirarla a la basura. Veamos cada uno de ellos:
- Liderazgo y gestión. El estilo de liderazgo marca la diferencia entre un equipo motivado y uno que cuenta los minutos para irse a casa. Un buen jefe debe sacar lo mejor de cada miembro del equipo sin que nadie se sienta presionado.
- Comunicación interna. Cuando una empresa tiene una comunicación clara, la información se distribuye en todas direcciones. No se trata únicamente de enviar newsletters, sino de crear espacios donde la gente se sienta cómoda compartiendo ideas, preocupaciones y feedback.
- Cultura corporativa. No es lo que pones en la web, es lo que pasa cuando nadie está mirando. Los valores de una empresa se construyen con acciones: si dices que valoras la conciliación pero mandas emails a las 11 de la noche, hay algo que no cuadra.
- Condiciones laborales. Más allá del salario (que sí, también importa), hablamos de todo el paquete de beneficios sociales para empleados: flexibilidad horaria, teletrabajo, seguro médico, formación profesional… Son esos “pequeños” detalles que hacen que un empleado se sienta valorado por su empresa.
- Relaciones interpersonales. El factor humano también es importante. Un equipo que se lleva bien es más productivo y creativo. No hace falta ser mejores amigos, pero sí crear un ambiente de respeto y apoyo mutuo. ¿Cuándo fue la última vez que organizaste una actividad de team building?
- Equilibrio entre vida personal y profesional. A día de hoy, quien no entienda que la vida es más que trabajo se está quedando obsoleto. La conciliación no es un beneficio, es una necesidad. Las empresas que lo entienden tienen equipos más comprometidos y productivos.
- Reconocimiento y motivación. No siempre es cuestión de dinero. A veces, decir “buen trabajo” en el momento adecuado vale más que bonus en la nómina. Piénsalo: ¿tienes un sistema para reconocer y celebrar los logros de tu equipo?
- Infraestructura y recursos. Desde esa silla ergonómica que hace que no acabes con dolor de espalda, hasta esa herramienta que te hace la vida más fácil. Disponer de los recursos adecuados facilita la productividad y reduce el estrés de tus empleados.
- Desarrollo profesional. Nadie quiere sentirse estancado. Las oportunidades de crecimiento alimentan la motivación de tus empleados. ¿Tienes un plan de formación en la empresa? ¿Ofreces formación continua para mejorar las soft y hard skills de tu equipo? ¿Quizá un programa de coaching empresarial o un curso de inglés bonificado para empresas?
- Estabilidad laboral. En tiempos de incertidumbre, la estabilidad es oro. No hablamos de contratos indefinidos y promesas vacías, más bien de que haya transparencia sobre el futuro de la empresa y el rol de cada uno.
Según un estudio de Equipo Humano, el 70% de los profesionales abandona su empresa por culpa de su jefe.
Cómo mejorar el clima laboral con 10 herramientas
Llegó la hora de la verdad: hay que pasar a la acción.
Estas son algunas herramientas que puedes utilizar para mejorar el ambiente laboral en tu empresa:
- Encuestas de satisfacción laboral. Olvídate de esos cuestionarios interminables que nadie quiere rellenar. Apuesta por encuestas breves, con preguntas relevantes y, sobre todo, actúa según los resultados. ¿De qué sirve preguntar si luego no vas a demostrar que tienes en cuenta su opinión?
- Entrevistas individuales. Crea un espacio seguro donde la gente pueda hablar con sinceridad. Y no esperes a que haya problemas para realizarlas: un café informal puede darte más información que diez reuniones formales.
- Grupos focales. Son encuentros donde un grupo de empleados discute sobre su experiencia laboral y aporta sugerencias para mejorar el clima organizacional. Puedes organizarlos por temas específicos o por departamentos; ¿quién mejor que tu equipo para saber qué necesita?
- Evaluaciones de desempeño. Muchos profesionales temen este momento, así que transfórmalo en una oportunidad de crecimiento. No te enfoques únicamente en los números y habla también sobre su desarrollo profesional y personal. Y recuerda que sean conversaciones bidireccionales, nada de monólogos.
- Análisis de rotación de personal. Si tenéis un alto índice de rotación, puede indicar problemas en el ambiente laboral. Cada salida es una historia que contar y una lección que aprender; las entrevistas de salida pueden ser una fuente de información valiosa si sabes escuchar sin ponerte a la defensiva.
- Cuestionarios de bienestar emocional. El bienestar mental de tus empleados tampoco es opcional. Realizar check-ins regulares te ayudará a medir el nivel de estrés, satisfacción y bienestar general de tus empleados.
- Observación directa. A veces, lo más obvio es lo que no se dice: presta atención a las dinámicas de equipo, al lenguaje corporal en las reuniones, a esas conversaciones informales durante el descanso… Son pequeñas pistas que te permiten identificar problemas que no tienen por qué reflejarse en las encuestas.
- Indicadores de productividad. Una caída en la productividad puede ser el primer síntoma de un problema de mal ambiente laboral, así que busca patrones, tendencias y, sobre todo, el “por qué” detrás de los cambios.
- Software de gestión de RRHH. La tecnología puede ser tu aliada aquí. Existen muchas herramientas digitales que te permiten recopilar datos sobre el ambiente laboral a través de encuestas automáticas, métricas de desempeño y análisis de tendencias en tiempo real. Pero recuerda: la tecnología es un medio, no un fin.
- Evaluaciones 360°. Si las implementas correctamente, vas a poder obtener feedback de múltiples fuentes dentro de la empresa, incluyendo compañeros, subordinados y superiores. La clave está en crear un ambiente para que se sientan valorados y hacer algo con esa información.
💡¡Consejo! No intentes implementar todas estas herramientas a la vez. Empieza con un par que creas que tienen más sentido para tu empresa y hazlas bien. Mejor poco y bueno que mucho y malo.
Coaching empresarial: qué es y para qué sirve
¿Alguna vez te has preguntado cómo podrían cambiar las dinámicas de tu empresa si todos compartieran el mismo objetivo? Quizá has notado que algunos equipos tienen dificultades para colaborar, o que los cargos con más responsabilidad necesitan nuevas herramientas para motivar al resto del departamento. Estas situaciones son muy comunes, y ahí es donde entra el coaching empresarial: la solución para desbloquear el potencial de las organizaciones y sus empleados.
En este artículo, te explicaremos qué es el coaching empresarial, cuáles son sus beneficios para tu equipo y cómo elegir al coach adecuado para transformar tu empresa.
Let’s go!
Qué es el coaching empresarial y para qué sirve
El coaching empresarial (o business coaching) es un proceso de acompañamiento diseñado para ayudar a empresas y equipos a desarrollar habilidades, superar desafíos y alcanzar sus metas estratégicas. En otras palabras, es como tener a un entrenador personal para tu organización, alguien que os guiará y os dará soluciones para alcanzar el éxito.
El coaching para empresas tiene diferentes aplicaciones, aunque todas están orientadas hacia la mejora continua y el crecimiento. Estas son algunas de las áreas donde puede ser útil:
- Resolución de problemas. Si tu organización se enfrenta a obstáculos como conflictos internos o baja productividad, el coaching puede ayudaros a identificar cuáles son las causas y cómo darles solución.
- Desarrollo de habilidades. Un coach puede potenciar las soft y hard skills necesarias para sacar la mejor versión de tu equipo.
- Alineación organizacional. Muchas empresas tienen problemas porque sus equipos no comparten una visión común. El coaching te permite que los objetivos, valores y estrategias vayan en la misma dirección.
- Fijación y seguimiento de metas. ¿Cuántas veces se establecen objetivos demasiado ambiciosos que terminan siendo abandonados? Un coach te asegura que las metas sean realistas y que haya un plan establecido para alcanzarlas.
Qué es un coach empresarial y para qué sirve
Un coach empresarial (o coach de negocios) es un profesional especializado en acompañar a empresas y profesionales durante su proceso de crecimiento. En vez de limitarse a dar una respuesta directa, se encarga de apoyarse en preguntas y técnicas estratégicas para potenciar las competencias de las personas.
Su trabajo se puede simplificar en:
- Análisis de la situación con escucha activa. Antes de proponer cualquier estrategia, necesita tomarse un tiempo para entender cómo funcionan las dinámicas internas de la empresa. Esto incluye escuchar a los equipos y sus responsables, para así analizar cómo está funcionando la organización en ese momento e identificar a qué desafíos se enfrentan.
- Autoconocimiento y reflexión. El coach no puede dar respuestas inmediatas, ya que su objetivo es guiar a los profesionales a reflexionar sobre sus desafíos, habilidades y oportunidades. Por ejemplo, podría usar preguntas como: ¿qué te impide alcanzar tu máximo potencial? ¿Cómo podrías manejar esta situación de manera diferente? Con estas reflexiones quiere que las personas tomen conciencia y asuman la responsabilidad de su desarrollo personal.
Según un estudio realizado por la Universidad de Berkeley, las empresas que implementaron programas de coaching incrementaron su productividad en un 20% y disminuyeron la rotación de personal en un 40%.
Cómo elegir a un buen coach para tu empresa
Decidirse entre una opción u otra puede ser complicado, especialmente si no tienes experiencia o necesitas hacerlo cuanto antes.
Aquí te dejamos algunos consejos para tomar la decisión más acertada:
- Certificaciones reconocidas. Busca coaches que tengan certificaciones de instituciones como la International Coaching Federation (ICF) o similares. En España, tienes más opciones como la Asociación Española de Coaching (ASESCO) y la Asociación Española de Coaching Ejecutivo y Organizativo (AECOP). Te va a garantizar que el profesional ha recibido formación adecuada y que sigue un código ético riguroso.
- Experiencia en el ámbito empresarial. Ni todos los coaches tienen experiencia con empresas ni para todos los sectores. Lo mejor será que busques uno que haya trabajado para una organización similar a la tuya: tamaño, sector, cultura.
- Referencias. Si quieres asegurarte de la efectividad de sus métodos, prueba a contactar con otras empresas y/o profesionales con los que haya trabajado anteriormente. Será la mejor manera de preguntar sobre resultados obtenidos y si lo recomendarían.
- Química. La relación entre el coach y tu equipo es importante tenerla en cuenta también. Vuestro coach debe inspirar confianza, ser empático y conectar con los valores de la empresa.
5 beneficios del coaching para empresas
¿Qué ventajas puede ofrecerte el coaching de negocios?
Estos son algunos de los beneficios para tu empresa:
- Desarrollo personal y profesional. Impulsa a las personas a superar su limitaciones y desarrollar habilidades. Por ejemplo, un responsable que aprende cómo manejar mejor el estrés puede influir de manera más positiva en todo su departamento, fomentando un ambiente más relajado y productivo.
- Mejora de la comunicación y colaboración. Cuando los equipos aprenden a comunicarse mejor, es posible reducir los conflictos y mejorar la colaboración entre todos los compañeros. Verás una mejora tanto en la productividad como en los vínculos internos.
- Aumento de la motivación y el compromiso. ¿Te preocupa la retención de talento? Los empleados valoran que la empresa se preocupe por ellos e invierta en su desarrollo, por lo que verás un aumento de motivación, compromiso y lealtad.
- Mayor adaptabilidad al cambio. También ayuda a que las organizaciones sepan manejarse con mayor flexibilidad durante transiciones e imprevistos, como reestructuraciones departamentales o cambios externos en el mercado.
- Incremento de la productividad. Si tu equipo tiene los objetivos claros, las herramientas adecuadas y un apoyo constante, va a poder trabajar de manera más efectiva y obtener mejores resultados.
Noam Wasserman, en su libro The founder’s dilemmas, asegura que el 65% de quienes crean una startup fracasa por un conflicto entre fundadores.
Ejemplos de coaching empresarial
Existen diferentes tipos de coaching para empresas, cada uno orientado según sus necesidades específicas. A continuación, te presentamos algunos de los más destacados:
Ejecutivo
El coaching ejecutivo está diseñado para responsables y directivos que buscan mejorar su desempeño y liderazgo. Se enfoca en trabajar habilidades como la toma de decisiones, la gestión del tiempo y la capacidad de inspirar a sus equipos.
Por ejemplo, un director general que tiene dificultades para delegar tareas a sus empleados podría trabajar con un coach para desarrollar mayor confianza en su equipo y aprender técnicas para priorizar sus responsabilidades.
De equipos
El coaching de equipos se centra en mejorar la dinámica y la colaboración dentro de un departamento o grupo de personas. Su objetivo es mejorar la confianza mutua, establecer roles claros y resolver posibles conflictos internos.
Imagina trabajar con un equipo de marketing que no logra coordinarse por tener opiniones diferentes. Un coach puede facilitar talleres donde los miembros aprendan a escuchar, comunicarse de manera asertiva y estar alineados con los objetivos de la empresa.
Organizacional
El coaching organizacional abarca toda la estructura empresarial, lo que la hace perfecta si estáis viviendo momentos de cambio, como reestructuraciones de departamentos, fusiones o expansiones. Se centra en que todos los niveles de la organización estén alineados, fortaleciendo la cultura empresarial.
En el caso de que dos empresas se estuvieran fusionando, el coach les ayudaría a integrar una cultura laboral común para así minimizar las tensiones y crear una nueva identidad corporativa que reflejara los valores de ambas partes.
Cómo motivar a tus empleados a aprender un idioma
¿Sientes que aprender un idioma es una misión imposible para tu equipo? ¿Te gustaría que tus empleados perciban la formación como una oportunidad en vez de una obligación?
La realidad es que dominar un idioma puede abrirte muchas puertas a nivel profesional, además de fortalecer la conexión de vuestra empresa con un mundo cada vez más globalizado. Sin embargo, para la mayoría de empleados, encontrar el tiempo o la motivación suficiente para formarse parece un desafío. ¿Es posible que la formación de idiomas deje de ser una tarea más?
En este artículo, hemos recopilado 15 estrategias para motivar a tus empleados a aprender un idioma para conseguir que la formación deje de ser un problema en tu empresa.
Let’s go!
15 estrategias para motivar a los empleados a aprender idiomas
1. Conecta el aprendizaje con su desarrollo profesional
Tus empleados necesitan entender por qué aprender un idioma puede ser positivo para sus carreras profesionales. Seguro que más de uno está cansado de escuchar “esto es importante”, pero sin que nadie le explique cuáles son los beneficios reales.
💡Tip! Realiza reuniones 1 to 1 para identificar los objetivos de cada uno. Prueba a hacerles preguntas como: “¿Crees que mejorar tu inglés podría ayudar en el desempeño de tus tareas?”.
Cuando vean que tu plan de formación está especialmente diseñado para ellos y mejorar sus competencias, estarán más dispuestos a dedicarle tiempo y esfuerzo.
2. Ofrece incentivos
Seamos honestos: ¿quién no se motiva más cuando hay una recompensa de por medio? Los incentivos son una buena manera de mantener el interés y el compromiso de tu equipo. Aparte de los beneficios sociales para empleados, puedes premiarles con regalos, bonos e incluso actividades tras alcanzar ciertos logros, como completar un curso de inglés profesional.
Por ejemplo, creando un sistema de recompensas: cada clase completada suma puntos que después pueden canjearse por premios.
💡Tip! Asegúrate de que las recompensas se alineen con sus intereses. ¿Tus empleados disfrutan escuchando música? Ofréceles una tarjeta regalo para una plataforma de streaming.
3. Hazlo parte de la cultura organizacional
La formación de idiomas debe formar parte de la cultura de tu empresa, en vez de tratarse como una actividad aislada. Si consigues integrarlo en la rutina diaria, tu equipo lo verá como una habilidad práctica y no como una obligación; como también demostrarás el compromiso de la empresa con su crecimiento profesional, lo que puede ser clave para la retención de talento.
Comienza con pequeños cambios: incluye vocabulario y expresiones básicas en el día a día, realiza reuniones bilingües, u organiza actividades como desayunos temáticos y sesiones de storytelling.
💡Tip! Fomenta un ambiente relajado para reducir su ansiedad y que puedan expresarse con libertad en el idioma que están practicando.
Según Virginio Gallardo, fundador del Grupo Humannova, es muy difícil ser productivo si una persona está estresada.
4. Crea metas alcanzables
Un grave error a la hora de aprender un idioma es ponerse objetivos demasiado generales, como “hablar inglés con fluidez”, pues puede desmotivar rápidamente a tus empleados. En lugar de eso, divide su aprendizaje en metas más específicas y alcanzables, como:
- Escribir un email en inglés.
- Realizar una llamada telefónica en inglés.
- Haz una presentación profesional en inglés.
💡Tip! Asigna plazos razonables para desarrollar y alcanzar cada meta, y no te olvides de celebrar sus logros. ¿Alguien ha logrado su primer objetivo cuando creía que era imposible? Prepárale un pequeño reconocimiento para reforzar su motivación.
El objetivo es mostrarles que su aprendizaje es un camino progresivo y que no tiene por qué ser un desafío inalcanzable.
5. Aprovecha la gamificación
Transformar el aprendizaje en un juego puede ser más efectivo, ya que la gamificación incluye elementos que lo convierten en un proceso más dinámico y entretenido.
Por ejemplo, prueba a organizar una competición amistosa entre equipos para ver quién acumula más puntos participando en actividades. Incluso puedes crear un tablero de clasificación para animarles a mejorar sus posiciones.
💡Tip! Encuentra el equilibrio para que las dinámicas del juego sean inclusivas para todos y no les genere estrés. También puedes incluir recompensas simbólicas que fomenten la participación en lugar de enfocarte exclusivamente en resultados competitivos.
La gamificación es una herramienta ideal para combinar motivación intrínseca y extrínseca, logrando estimular a la persona para que desarrolle una tarea concreta.
6. Ofrece horarios flexibles
El principal obstáculo que encuentran los profesionales suele ser la falta de tiempo. Por ello, ten en cuenta que disponer de un horario flexible o una formación online que pueda adaptarse hasta para las agendas más ajetreadas.
Considera aprovechar el crédito anual de tu empresa para acceder a la formación bonificada de FUNDAE y así reducir costes.
💡Tip! La metodología de Twenix es flexible y personalizada para que los profesionales puedan realizar su clase conversacional de inglés en cualquier momento.
Según nuestro informe sobre la formación de inglés en las empresas españolas 2024, el 77% de los profesionales prefiere las clases online y 1 to 1.
7. Personaliza su aprendizaje
Como es normal, no todos los empleados necesitan las mismas habilidades ni el mismo nivel de un idioma. Quizá algunos sólo necesiten mejorar su escritura mientras que otros perfeccionar su conversación para ser capaces de negociar en inglés.
💡Tip! Antes de iniciar la formación, evalúa el nivel y las necesidades de cada empleado para poder enfocar el programa según sus roles y responsabilidades.
8. Realiza evaluaciones periódicas
Una evaluación no tiene que ser intimidante ni quitarle el sueño a nadie. Más bien, tus empleados deben verlas como una herramienta friendly que les permita medir su progreso, detectar posibles áreas de mejora e incluso les anime a celebrar sus nuevos logros.
💡Tip! ¿Qué tal realizar simulaciones de situaciones laborales como atender una llamada o presentar un informe en inglés? Recuerda que deben ser prácticas y relevantes según el puesto de trabajo.
9. Da acceso a recursos adicionales
Hay que ir más allá de las clases. Si les ofreces otros recursos complementarios, vas a fomentar la autonomía de tus empleados y que puedan personalizar su aprendizaje a la vez que mejoras su compromiso a largo plazo.
Investiga sobre los mejores podcasts, libros o series para aprender inglés.
💡Tip! Como al final siempre gana el boca a boca, anímalos a compartir y recomendar sus recursos favoritos según sus gustos personales. Sharing is caring!
10. Fomenta el trabajo colaborativo
Aprender un idioma está lejos de ser una experiencia únicamente individual. Trabajar en equipo puede generar una sensación de apoyo mutuo, fomentando una actitud más positiva hacia el aprendizaje donde puedan aprender unos de otros.
💡Tip! Diseña proyectos o tareas colaborativas donde los empleados deban utilizar otros idiomas. Por ejemplo, asígnales un proyecto donde deban planificar un evento internacional.
11. Organiza actividades lúdicas
¿Por qué hacer del aprendizaje algo aburrido? Combinarlo con actividades puede ayudar a reducir el miedo al error y a que se sientan más cómodos practicando y probando nuevas palabras o expresiones.
💡Tip! Organiza una tarde de cine donde los empleados vean una película en versión original con subtítulos y luego participen en un debate breve sobre la trama. Conseguirás que practiquen su listening en un ambiente relajado.
12. Participa en talleres y eventos
Combina talleres prácticos con la participación en eventos profesionales. Son la oportunidad perfecta para poner en práctica sus habilidades: los talleres van a permitir que tus empleados utilicen otros idiomas en un ambiente seguro y los eventos que se expongan a situaciones profesionales reales.
💡Tip! Si están relacionados con su sector, van a poder aprovechar la oportunidad para hacer networking y estar al tanto de las últimas novedades que afectan a su perfil profesional.
13. Reconoce públicamente sus logros
Es importante que dediques tiempo a destacar el esfuerzo y los logros de tus empleados, pues el reconocimiento público puede ser tu as para la motivación de tu equipo.
Para estimular la cultura de aprendizaje, puedes crear un cuadro de honor con los “estudiantes destacados” o reconocer a quienes han completado un curso de idiomas. Seguro que animará al resto a esforzarse un poco más.
💡Tip! No siempre tiene que tratarse de grandes logros; ¡incluso los pequeños avances merecen ser celebrados!
Según Equipos y Talento, existe una correlación entre el reconocimiento al trabajo y la motivación, satisfacción y productividad de los profesionales.
14. IA para aprender idiomas
Te preguntarás: ¿qué pasa con la tecnología, realmente puede ayudar a que tus empleados aprendan un idioma? Seguro que ya has visto que muchas plataformas están incluyendo IA generativa en sus formaciones, aunque no siempre con los resultados de éxito.
En Twenix, tenemos en cuenta las necesidades reales de los profesionales y eso ha dado lugar a que creemos iAcademix, una herramienta para que tu equipo pueda aprender inglés con inteligencia artificial (¡pero sin prescindir de los profesores reales!). Nuestro objetivo es que la IA aprenda de los errores y áreas de mejora de cada estudiante, basándose en las correcciones de los profes durante sus clases de conversación, para ofrecerle una formación ultrapersonalizada.
15. Solicita feedback de tu equipo
El aprendizaje debe ser un proceso bidireccional y, para que funcione de verdad, debes saber cómo lo perciben tus empleados. Al solicitarles feedback, vas a poder ajustar los programas de formación según sus testimonios y expectativas futuras.
Para conocer sus opiniones, puedes realizar encuestas o reuniones grupales donde puedan compartir qué les ha funcionado, qué les gustaría mejorar o cómo se han sentido durante sus clases.
💡Tip! Añade preguntas como “¿La formación se ajustaba a tu nivel?” o “¿Qué recursos crees que podrían ayudarte a mejorar?” para saber cómo mejorar su experiencia.
Si ven que sus opiniones se tienen en cuenta, se sentirán valorados y su compromiso mejorará.
Diferencia entre habilidad y talento
“Esa persona tiene un talento innato para…”
¿Cuántas veces has escuchado frases como esta? Seguro que incluso te has preguntado si ser bueno en algo realmente depende del talento de una persona o de una habilidad obtenida tras horas y horas de práctica. Estos son dos conceptos muy populares y, muchas veces, malinterpretados.
En este artículo, vamos a profundizar en la diferencia entre habilidad y talento, pues comprender estos conceptos te servirá para identificarlos en el ámbito profesional e impulsar el desarrollo de tus empleados.
Let’s go!
Qué es el talento
Cuando hablamos de talento, nos estamos refiriendo a una capacidad natural, algo que ya ha nacido con nosotros y por lo que no nos hemos tenido que esforzar demasiado por conseguir. Hay personas que lo llaman don natural, pues es la facilidad para hacer algo con poco esfuerzo, como si fuera automático.
Sin embargo, debes tener en cuenta que el talento no lo es todo: tenerlo no garantiza ningún éxito si no se desarrolla correctamente.
Tipos de talentos
En el contexto laboral, el talento se puede clasificar en tres grupos:
- Evidente. Es aquel que se ha detectado y demostrado.
- Oculto. Es aquel que se desconoce de su existencia, pero que está ahí.
- Potencial. Es aquel que se sospecha que está, aunque se tendría que desarrollar.
Ejemplos de talentos
Los talentos de una persona se pueden manifestar de muchas maneras diferentes, sin ser incompatibles entre sí.
Estos son algunos ejemplos que podemos encontrar:
- Talento creativo. ¿Has escuchado la expresión ‘Think outside the box’? Las personas con este talento tienen mayor facilidad para tener ideas atípicas y evitar los clichés a los que estamos acostumbrados. Este talento es de los más buscados en áreas como marketing, publicidad o diseño, donde siempre se está buscando llamar la atención del público y diferenciarse de los competidores.
- Talento comunicativo. Estas personas pueden conectar más fácilmente con los demás a través de sus palabras, ya sea en una presentación o en una conversación informal. Es muy demandado en áreas como ventas o relaciones públicas, pues te facilita transmitir mensajes con más claridad, lograr que los demás confíen en ti y facilitar la negociación.
- Talento analítico. Quienes tienen este talento, son más capaces de comprender datos, patrones y tendencias. Se busca especialmente en finanzas, investigación de mercados o análisis de datos, pues te facilita trabajar con gran cantidad de datos e interpretar información compleja.
Y aunque puedan ser una ventaja, no te convierten automáticamente en un experto.
Qué son las habilidades
Las habilidades son las capacidades que aprendemos y desarrollamos a lo largo del tiempo. A diferencia del talento, se pueden obtener mediante práctica, aprendizaje y dedicación. Es decir, es lo que conseguimos con experiencia y empeño.
Imagina a alguien que practica su inglés profesional todos los días, que se esfuerza en mejorar su pronunciación con clases de conversión. Esa persona no tiene por qué tener un talento para los idiomas, pero está trabajando duro para lograr dominar esa habilidad.
¿Sirve cualquier tipo de práctica? Según Anders Ericsson, hay que practicar deliberadamente, de forma sistemática y con el objetivo de mejorar el desempeño.
Diferencia entre habilidad, capacidad y competencias
Hay otros conceptos que van de la mano y de los que habrás oído también, por lo que es mejor tenerlos claros desde el principio.
- Capacidad. Es el conjunto de cualidades y aptitudes que permiten que una persona pueda realizar una tarea.
- Competencias. Es el conjunto de características que permiten que una persona realice una tarea de forma eficaz.
Ejemplos de habilidades
Como ya hemos visto, las habilidades se adquieren y se perfeccionan con el tiempo. Nadie nace sabiendo montar en bici, ¿verdad?
En el mundo laboral, las habilidades se dividen principalmente en hard skills y soft skills.
- Hard Skills: aquellas que son técnicas y pueden medirse, como la programación.
- Soft Skills: aquellas que se relacionan más con la personalidad de cada persona, como la empatía.
Diferencia entre habilidad y talento
¿Demasiados conceptos que asimilar? No te preocupes.
Aquí tienes un resumen de las diferencias entre habilidad y talento para que te quede mucho más claro.
Habilidad | Talento | |
---|---|---|
Origen | Adquirido | Innato, natural |
Desarrollo | Formación, práctica y esfuerzo | Ya existe, pero se puede perfeccionar |
Ejemplo | Tocar la guitarra | Talento musical |
Cómo identificar el talento para tu empresa
Al identificar el talento, vamos a conseguir un doble objetivo: aprovechar el potencial de cada miembro del equipo y retener el talento dentro de nuestra empresa. Eso sí, no se trata de limitarse a observar el desempeño diario de los empleados; es un proceso más profundo que busca descubrir las fortalezas de cada persona.
Hay varias estrategias que puedes aplicar, como observar cómo se desenvuelven tus empleados en situaciones difíciles, obtener feedback tanto de ellos como de sus responsables, o realizar un programa de mentoring para que un experto les acompañe y aconseje.
Cómo mejorar las habilidades de tus empleados
Aunque el talento sea una ventaja inicial, el desarrollo de las habilidades es lo que permitirá a tu equipo adaptarse a los cambios y enfrentarse a nuevos desafíos. Por eso, es una inversión necesaria dentro de tu empresa.
Existen diferentes estrategias que puedes implementar para mejorar las habilidades de tu equipo:
- Formación continua. Los profesionales pueden estar al tanto de las últimas tendencias y adquirir conocimientos sobre su sector mediante cursos, talleres y/o certificados.
- Formación bonificada para empresas. ¿Crees que el presupuesto te va a impedir acceder a esta opción? En España, los cursos de formación se pueden bonificar con el crédito formativo que disponen las empresas anualmente.
- Programas de coaching empresarial. Si buscas algo más personalizado, siempre puedes optar por un coach que acompañe a tu equipo para identificar posibles áreas de mejora y que defina los objetivos a conseguir.
Soft skills vs. Hard skills: qué son y ejemplos
Seguro que has escuchado mil veces que las habilidades técnicas son lo más importante para crecer profesionalmente. Y es verdad que sin ellas, va a ser prácticamente imposible seguir avanzando en tu carrera. Son la base del conocimiento, pero ahí no termina la cosa.
A día de hoy, las empresas buscan profesionales que sepan cómo adaptarse a los cambios del mercado, que sean capaces de desenvolverse ante un problema inesperado o que puedan comunicarse con claridad dentro de su equipo.
Por eso, en este artículo vamos a explicar qué son las soft skills y hard skills, para que entiendas en qué se diferencian, y por qué necesitas de ambas para tu desarrollo profesional.
¿Qué son las hard skills (habilidades duras)?
Las hard skills (o habilidades duras) son las habilidades técnicas y los conocimientos específicos que has adquirido a lo largo de tu formación académica y profesional. Son medibles, objetivas y, a menudo, pueden estar acompañadas de un certificado o título oficial.
A la hora de buscar candidatos, será lo primero en lo que se fijen en tu currículum para comprobar si cumples con la base técnica necesaria para el puesto de trabajo al que has aplicado, ya que demuestran si tienes los conocimientos para desempeñar correctamente las funciones esperadas.
Por otro lado, estas habilidades técnicas puedes mejorarlas a través de la formación continua para mantenerte actualizado dentro de tu sector.
20 ejemplos de hard skills (habilidades duras)
Hard skills para el sector tecnológico
- Programación
- Gestión de bases de datos
- Desarrollo web
- Ciberseguridad
- DevOps
Hard skills para marketing y publicidad
- Posicionamiento SEO
- Gestión de RR.SS.
- Copywriting
- Análisis de datos
- Diseño gráfico
Hard skills para el sector financiero
- Contabilidad
- Modelos financieros
- Gestión tributaria
Hard skills para Recursos Humanos (RR.HH.)
- Conocimiento de legislación laboral
- Gestión de nóminas
- Evaluación de los candidatos
- Gestión y retención del talento
Hard skills generales
- Dominar idiomas
- Conocimiento en IA (Inteligencia Artificial)
Según nuestro informe sobre la formación de inglés en las empresas españolas 2024, el 96% de los trabajadores considera que su nivel de inglés le ha hecho perder oportunidades de trabajo.
¿Qué son las soft skills (habilidades blandas)?
Las soft skills (o habilidades blandas) son las habilidades interpersonales que determinan cómo te relacionas o te desenvuelves en situaciones específicas. Son más difíciles de medir, pues se basan en aspectos como la personalidad, la inteligencia emocional o la capacidad de adaptación de cada persona.
Muchas se desarrollan a través de experiencias personales y profesionales a lo largo de nuestra vida, y nos sirven como factor diferenciador entre otros candidatos con nuestros mismos conocimientos.
15 ejemplos de soft skills (habilidades blandas)
- Resolución de problemas y/o conflictos
- Capacidad de trabajar en equipo
- Adaptabilidad
- Pensamiento crítico
- Creatividad
- Comunicación persuasiva
- Gestión del tiempo
- Atención al detalle
- Empatía y comprensión
- Gestión del estrés
- Toma rápida de decisiones
- Inteligencia emocional
- Capacidad de escucha
- Habilidades de negociación
- Paciencia
Según un estudio de LinkedIn, nueve de cada diez ejecutivos globales piensan que las habilidades “humanas” son más importantes que nunca.
Soft skills vs. Hard skills: ¿en qué se diferencian?
Para que sea más fácil de entender cómo diferenciar entre habilidades blandas y duras, a continuación encontrarás las características más importantes recopiladas en una tabla.
Hard skills | Soft skills | |
---|---|---|
Definición | Habilidades técnicas | Habilidades interpersonales |
Medición | Objetiva (certificados, exámenes) | Subjetiva |
Formación |
|
|
Cómo desarrollar las soft skills y hard skills de tus empleados
Desarrollar estas habilidades requiere de tiempo y planificación, pues no nos sirve con sólo memorizar la teoría sino saber cómo aplicarlas de manera práctica en nuestro día a día.
El primer paso será diseñar un plan de formación orientado a resolver las necesidades de tus empleados y los objetivos de la empresa. Para hacerlo, tendremos que hacernos una serie de preguntas: ¿cuáles son sus habilidades fuertes de cada empleado? ¿Y las débiles?
Después, tendremos que buscar qué tipo de formación es la más adecuada para invertir en su desarrollo. Y no te asustes por el presupuesto porque tu empresa dispone de un crédito anual para beneficiarse de la formación bonificada de FUNDAE.
Por ejemplo, si se tratara de potenciar una soft skill como el liderazgo, lo más probable es que tengamos que buscar talleres o cursos de desarrollo personal enfocados a esa habilidad. En cambio, si fuera una hard skill como el inglés, que sigue siendo un must para muchas organizaciones, podríamos optar por un curso de inglés bonificado.
Beneficios sociales para empleados: qué son y ejemplos para empresas
Al igual que los tiempos cambian, también lo hacen las expectativas de los empleados. Limitarse a ofrecer un salario competitivo es cosa del pasado, y lo que realmente marca la diferencia en una empresa es el conocido salario emocional.
Si no has oído hablar de él antes, se trata del conjunto de beneficios que mejoran las condiciones y el bienestar de tus empleados. ¿Quieres retener el talento humano y crear un equipo motivado con su trabajo? Entonces, es hora de que pienses en estos beneficios como una inversión para la felicidad de tu equipo y la mejora de tu imagen como empresa.
Por eso, en este artículo vamos a explicarte qué son los beneficios sociales para empleados para que entiendas su importancia. Además, te revelamos cuáles son los beneficios más valorados por los profesionales. ¡Sigue leyendo!
¿Qué son los beneficios sociales?
Los beneficios sociales son una compensación extra que las empresas ofrecen a sus empleados más allá de su salario. Su objetivo es mejorar la calidad de vida de los empleados, para que sepan que la empresa se preocupa por ellos y su bienestar, buscando además aumentar su compromiso con la marca y la retención de talento.
Beneficios sociales y retribución flexible: ¿qué diferencias hay?
Ambas opciones son utilizadas por las empresas para mejorar las condiciones de sus empleados, pero hay ciertas diferencias que deberías conocer para no confundirte.
Los beneficios sociales se ofrecen de manera adicional y sin que el empleado tenga que renunciar a parte de su salario. Podríamos decir que son una especie de “regalo” por parte de la organización para mejorar sus condiciones, sin que los trabajadores tengan que realizar un esfuerzo económico extra.
En cambio, la retribución flexible permite que los empleados puedan destinar parte de su salario bruto a ciertos servicios y/o productos según sus necesidades. ¿Que por qué querría hacerlo? Porque es la mejor manera de optimizar su sueldo a la vez que disfruta de ventajas fiscales. Existen plataformas de retribución flexible como Cobee para que la gestión sea mucho más sencilla tanto para los equipos de Recursos Humanos como para los empleados y empleadas.
Beneficios sociales | Retribución flexible | |
---|---|---|
Decisor | Empresa | Empleado |
Salario | Es un extra que asume la empresa | Se destina una parte del salario bruto del empleado |
Personalización | Se ofrecen los mismos beneficios a todos los empleados | El empleado elige según sus preferencias personales |
Ventajas fiscales | Exentos de IRPF e Impuesto de Sociedades | Exentos de IRPF |
Límite | 30% del salario bruto anual |
Ventajas de los beneficios sociales para empresas
Como ya hemos visto, su importancia recae en que vivimos en un mundo donde el sueldo ya no lo es todo. Las personas quieren trabajar en un lugar donde se les valore y cuide, y los beneficios sociales son una de las mejores formas de demostrarlo.
Aquí te mostramos algunas de las principales ventajas de aplicarlos en tu empresa:
- Retención de talento. Cuesta mucho tiempo y dinero formar un buen equipo. Ofrecer beneficios sociales reduce la rotación de personal, pues al invertir en el bienestar de tu equipo, tus empleados serán más leales a la empresa y se lo pensarán dos veces antes de aceptar esa oferta de la competencia.
- Mejora del clima laboral. Ofrecer beneficios mejora el clima laboral en general. Los empleados se sienten más valorados, reduciendo los niveles de estrés y aumentando la productividad. Es más probable que los empleados den lo mejor de sí mismos cuando saben que la empresa se preocupa por su bienestar.
- Employer branding. Las empresas que cuidan de sus trabajadores atraen más talento. Si tus empleados están contentos, hablarán bien de ti, lo que te posicionará como una empresa atractiva para futuros profesionales. Según el estudio The Ultimate List of Employer Brand Statistic de LinkedIn, el 75% de los candidatos se fija en la marca de la empresa antes de enviar su solicitud para un puesto de trabajo.
- Reducción del absentismo. Cuando los empleados no se sienten motivados o están sobrecargados, es más probable que falten al trabajo. Al fin y al cabo, un profesional que se siente valorado es más propenso a dar lo mejor de sí en su puesto de trabajo y a mantener un equilibrio sano entre su vida personal y laboral. ¿El resultado? Menos ausencias y más eficiencia.
- Ventajas fiscales. Muchos de estos beneficios están exentos del IRPF hasta ciertos límites establecidos por ley. Esto significa que, al ofrecer estos incentivos, los empleados obtienen más valor sin que suponga un coste adicional. Además, estas aportaciones pueden deducirse del Impuesto de Sociedades.
Ejemplos de beneficios sociales: ¿cuáles son los más valorados por los empleados?
Ahora que ya sabes por qué son tan importantes, te preguntarás cuáles podrías incluir en tu empresa. Por eso, aquí te dejamos una lista con algunos de los más solicitados y valorados por los empleados. ¡Toma nota!
Seguro de salud
Tener un buen seguro médico privado es de los beneficios más valorados, especialmente cuando cubre también a la familia del empleado. En España, las empresas pueden ofrecer este beneficio con la ventaja de estar exentas del Impuesto de Sociedades hasta 500 euros anuales.
Ticket restaurante
Los tickets restaurante son un clásico, pues permite a los empleados cubrir sus gastos de comida sin que afecte a su salario. En España, estos vales están exentos de IRPF hasta 11 euros diarios por empleado. Es un pequeño detalle que mejora el día a día de tu equipo, sobre todo para quienes comen fuera de casa.
Ticket guardería
Si tienes empleados con niños pequeños, el cheque guardería es un beneficio clave. Además de facilitarles la vida, está exento de IRPF, lo que supone un ahorro importante para las familias. También les va a permitir una mejor conciliación laboral, aumentando la tranquilidad de los trabajadores.
Ticket transporte
Para muchos empleados, el gasto diario en transporte puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza. El ticket transporte ayuda a cubrir parte o la totalidad de los costes del transporte público. Además de ser un alivio para el bolsillo, este tipo de ayuda está exenta de IRPF hasta 1.500 euros anuales, lo que lo convierte en un incentivo muy atractivo tanto para empleados como para empresas. Además de facilitar el día a día de tus trabajadores, contribuyes a una movilidad más sostenible.
Formación bonificada
Invertir en formación es una de las mejores maneras de demostrar que te importa el desarrollo profesional de tu equipo. En España, puedes aprovechar las ventajas de la formación bonificada a través de FUNDAE para mejorar la empleabilidad de tus trabajadores. Por ejemplo, si has notado la falta de competencias lingüísticas en tu plantilla, siempre puedes ofrecerles un curso de inglés para empresas.
Retención de talento: el gran reto de las empresas
Vamos a ponerte en situación: eres el entrenador de un equipo de fútbol. Tienes jugadores muy buenos, con grandes habilidades y sentido del compañerismo. Todo parece ir bien, estáis ganando todos los partidos y ascendiendo de categoría, pero de repente, algunos de tus jugadores empiezan a recibir ofertas de otros equipos. Y, antes de que te des cuenta, están dudando entre quedarse o no. ¿Cómo lo evitarías?
Lo mismo ocurre con las empresas, que se enfrentan al reto de la retención del talento. Al final, contar con los mejores profesionales no sirve de nada si no sabes cómo mantenerlos en la empresa.
Por eso, en este artículo vamos a explicarte en qué consiste la retención del talento, para que entiendas su importancia, y cuáles son algunas de las estrategias más efectivas para conservar a tus empleados a largo plazo. ¡Vamos allá!
¿Por qué es importante la retención del talento en las empresas?
A pesar de que muchas empresas se han resistido a poner en marcha estrategias para la retención del talento humano en las organizaciones, es ya casi un must para los CEOs, responsables de RRHH, directores y managers, tener un plan de crecimiento en sus empleados que eviten la alta rotación en sus plantillas.
Reemplazar a un empleado puede ser un proceso bastante largo y caro, pues no sólo se incluyen los procesos de selección y formación, sino también la pérdida de productividad que se produce hasta que el nuevo empleado se adapte a su puesto de trabajo y alcance el mismo nivel de rendimiento que su predecesor.
De la misma forma, una alta rotación de personal puede afectar negativamente a la moral del resto del equipo. Si tus empleados ven que sus compañeros están cambiando constantemente, se pueden sentir desmotivados y reducir su productividad, afectando también a la reputación de la empresa. Por el contrario, si la tasa de retención es alta, la moral del equipo mejorará y tus trabajadores serán más leales a los valores de la organización.
Es por ello que se debe invertir en la retención del talento y apostar por una plantilla estable que ayude al crecimiento y éxito de la empresa.
¿Cómo retener talento en las empresas? Factores más valorados por los empleados
La retención del talento fue una temática que se disparó durante los últimos años y puso encima de la mesa muchas preguntas que necesitaban ser contestadas, por los empleados y las empresas, como: ¿qué factores entran en juego cuando un empleado se plantea cambiar de una empresa a otra?
Resulta relevante distinguir diferentes tipos de motivaciones que pueden llevar al profesional a no sentirse escuchado o pleno dentro de sus labores cotidianas:
- Salario y beneficios competitivos
Es un hecho que el salario es un elemento crucial para un profesional. A todos nos gusta sentir que estamos siendo compensados de manera justa por nuestro trabajo. Sin embargo, no se trata únicamente del salario base; las bonificaciones, la retribución flexible, los beneficios sociales son igualmente importantes
- Clima laboral positivo
Los empleados quieren trabajar en un lugar donde se sientan cómodos, respetados y escuchados. Hay que trabajar por conseguir un espíritu colaborativo y de apoyo mutuo, fomentando así el compañerismo y la satisfacción de la plantilla.
- Oportunidades de desarrollo profesional
Ofrecer oportunidades de formación y crecimiento, como un curso de inglés para empresas, puede ser una buena manera de mantener la motivación y el compromiso de los empleados. Este tipo de programas les ayuda a mejorar sus habilidades, pero también a demostrar que la empresa se preocupa por ellos e invierte en su futuro.
- Equilibrio entre vida profesional y personal
Los trabajadores valoran tener flexibilidad para atender sus necesidades personales sin sacrificar su trabajo. Aquí podemos incluir políticas de trabajo flexible, modelos de trabajo híbrido y teletrabajo e incluso el respeto por el tiempo fuera de la oficina.
- Reconocimiento y recompensas
Un simple “gracias” o un reconocimiento público del trabajo de un empleado puede tener un gran impacto en su motivación. También se pueden incluir bonificaciones, premios o reconocimientos más formales para agradecer el esfuerzo del trabajador.
9 estrategias de retención del talento
Ahora que hemos identificado qué elementos afectan a la motivación de los empleados, te damos 9 tips que podrían ayudarte a fidelizar el talento humano y atraer más talento a tu empresa, con el fin de mantener alineados tus objetivos y valores con el personal de tu plantilla.
Proceso de selección
La retención del talento comienza desde la contratación. Para que el proceso de selección sea lo más efectivo posible hay que ir más allá de las habilidades técnicas y asegurarnos de que el perfil del candidato se alinea con los valores de la empresa. Durante las entrevistas de trabajo, podrías incluir ejercicios que simulen situaciones reales para ver cómo se maneja la persona en esos escenarios.
Al seleccionar empleados que encajan bien con la cultura de la empresa desde el principio, se reduce la rotación de personal. Además, al evaluar cómo los candidatos podrían contribuir a la cultura y los objetivos a largo plazo de la empresa, estás construyendo una plantilla más sólida.
Onboarding
El proceso de onboarding nos ayudará a integrar al nuevo empleado, asegurándonos de que se sienta bienvenido, comprenda cuál es su rol y se adapte rápidamente a su entorno de trabajo. Algunos elementos clave son realizar reuniones con todo el equipo para conocerlos y que comprenda sus funciones, y un acompañamiento durante las primeras semanas para asegurarnos de que todo vaya bien.
Así, vamos a reducir la incertidumbre de los empleados nuevos, ayudándoles a integrarse más rápidamente y a sentirse parte del equipo. Esto aumenta la probabilidad de que los empleados se queden a largo plazo, ya que se sienten apoyados desde el principio.
Cultura empresarial
Tener una cultura empresarial consolidada es necesario para retener a tus empleados, pero también para mejorar su desempeño y la satisfacción general de la plantilla. Si quieres construir un entorno donde se sientan parte de algo más grande, debes fomentar valores como la colaboración, la honestidad y el respeto.
Los empleados que se sienten conectados con la misión y los valores de la empresa tienden a ser más leales y motivados.
Employer branding
El employer branding es una estrategia para crear una percepción positiva de la empresa, tanto interna como externa. Los empleados van a sentirse más conectados y motivados al ser parte de una marca con la que se identifican y de la que se sienten orgullosos. Y por otro lado, será una opción más atractiva para futuros candidatos, lo que facilitará el proceso de selección.
Para lograrlo, muchas empresas optan por publicar contenido donde destaquen los logros, cultura y testimonios de sus empleados, incluso pequeños gestos pueden reforzar el sentimiento de pertenencia entre la plantilla, como compartir fotos de actividades internas en redes sociales.
Retribución flexible
La retribución flexible permite a tus empleados personalizar su compensación para adaptarla a sus necesidades personales. Algunas de las opciones más comunes son:
- Seguro médico
- Ticket restaurante y guardería
- Bono transporte
- Formación, como cursos de inglés para empresas.
Al ofrecerles esta opción, les estás demostrando a tus empleados que valoras sus necesidades y preferencias individuales, permitiéndoles tener más control sobre su remuneración, lo que se traducirá en mayor satisfacción laboral y compromiso con la organización.
Uno de los beneficios de retribución flexible más valorados por los trabajadores son las clases de inglés (89%).
Plan de desarrollo profesional
Incluir un plan de desarrollo con formación bonificada por FUNDAE les sirve a los empleados para adquirir nuevas habilidades y avanzar en sus carreras, demostrando que la empresa está comprometida con su crecimiento profesional y personal.
Cuando los empleados ven que la empresa invierte en su crecimiento y desarrollo, sienten que se les valora y se les da la oportunidad de avanzar en sus carreras. Esto no solo mejora la satisfacción laboral, sino que también reduce la rotación, ya que los empleados son menos propensos a buscar oportunidades externas.
Plan de incentivos
Los incentivos mantienen la motivación de los empleados al alinear los objetivos de la empresa con los deseos de los empleados, y estos pueden ser financieros o no. Se pueden incluir bonificaciones por desempeño, días adicionales de vacaciones o incluso oportunidades profesionales fuera de su rol habitual.
Cuando los empleados sienten que sus esfuerzos son reconocidos y recompensados, es más probable que sean leales y estén comprometidos con la empresa.
Comunicación interna
La comunicación interna garantiza que los empleados estén informados y comprometidos con los objetivos de la empresa. Una comunicación clara y constante puede ayudar a resolver problemas antes de que se prenda la mecha, mostrar transparencia y construir una relación de confianza entre ambas partes. Comparte con ellos los objetivos de negocio y hazles partícipes del proyecto, sabiendo que si la empresa gana, ganaréis todos y juntos llegaréis más lejos.
Se pueden implementar diferentes canales de comunicación, como reuniones semanales de equipo, plataformas de comunicación digital como Microsoft Teams o buzones de sugerencias donde los empleados puedan expresar sus opiniones y preocupaciones.
¿Cómo medir la tasa de retención de personal?
Es muy fácil calcular la tasa de retención, tan sólo tendremos que dividir el número de empleados que permanecen en la empresa durante un período específico entre el número total de empleados que había al inicio del período, y el resultado, multiplicarlo por 100 para obtener el porcentaje.
Tasa de retención de personal = (nº empleados al final del período / nº empleados al inicio del período) x 100
Por último, hay que destacar que es importante utilizar herramientas adicionales para obtener feedback de los empleados y conocer qué motivos hay detrás de plantearse abandonar la empresa, como encuestas de satisfacción laboral o entrevistas personales.
Plan de formación: qué es y cómo diseñarlo para tu empresa
Para que las empresas puedan adaptarse a los constantes cambios y nuevas demandas del mercado es necesario que sus trabajadores estén actualizados y dispuestos a mejorar sus habilidades. Por ello, sin importar el tamaño o el sector de la organización, la formación continua tiene un gran peso dentro del desarrollo y el crecimiento de una empresa.
En este artículo te explicaremos en qué consiste un plan de formación para empresas y te proporcionaremos todos los pasos para que puedas diseñar uno que aporte valor real a tus empleados.
¿Qué es un plan de formación para empresas?
Un plan de formación es una estrategia diseñada para mejorar las habilidades y conocimientos de los trabajadores dentro de una empresa. En él se incluyen todos los elementos necesarios (y complementarios entre sí) para garantizar el crecimiento profesional de los empleados y que puedan desarrollar sus funciones de una forma más eficiente.
El departamento de Recursos Humanos (RR.HH.) es el encargado de esta tarea, que se tendrá que asegurar de diseñar un plan acorde a los objetivos de la empresa, de su posterior implementación y de realizar un seguimiento de los resultados.
¿Por qué es importante un plan de formación para las empresas?
Hay que destacar que la formación no está centrada en formar a cada empleado individualmente, sino también en impulsar el rendimiento y la productividad general de la empresa. Por eso, las ventajas se producen en ambas partes.
Beneficios para la empresa
- Retención de talento. Los empleados valoran que las empresas les faciliten oportunidades para desarrollarse profesionalmente, lo que contribuirá a mejorar nuestra relación con ellos y a reducir la rotación de personal.
- Aumentar el employee engagement. Cuanto más comprometidos y motivados estén nuestros empleados, mayor será su productividad y satisfacción dentro de la empresa.
- Mayor competitividad de tu empresa. La formación de los profesionales es clave a la hora de competir en el mercado, ya que nos permite adaptarnos con mayor facilidad a los cambios y dificultades que se nos presenten.
- Crear un equipo interdisciplinario. Gracias a la formación continua, los empleados podrán formarse en diferentes tipos de habilidades, logrando crear equipos más versátiles y funcionales.
Beneficios para los empleados
- Crecer profesionalmente. La formación les permite desarrollarse profesionalmente en nuevas habilidades y conocimientos que pueden aplicar en sus puestos de trabajo. Y no hay mayor satisfacción que el trabajo bien hecho.
- Crecer personalmente. Además de las competencias profesionales, también se contribuye a su crecimiento personal, incluyendo cualidades como la confianza, una buena comunicación o la capacidad para resolver problemas.
- Aumentar su satisfacción. Las oportunidades de formación son uno de los factores que influyen en la satisfacción de un trabajador dentro de la empresa. Si se sienten valorados e invertimos en su mejora, los profesionales estarán más motivados a la hora de desempeñar sus funciones.
- Mejorar su empleabilidad dentro de la empresa. Al estar más capacitados en diferentes competencias, los empleados tienen más oportunidades de crecer dentro de la empresa.
Cómo diseñar un plan de formación paso a paso
1. Análisis de la situación
El primer paso será realizar un análisis para conocer cuál es el estado actual de nuestra empresa en el mercado para así identificar cuáles son las posibles necesidades de los empleados. Para realizarlo, puedes empezar respondiendo a estas preguntas:
- ¿Cuáles son las habilidades de nuestros empleados? ¿Son suficientes para sus puestos de trabajo?
- ¿Hay áreas y/o departamentos que necesiten mejorar? ¿Por qué?
- ¿Cuáles son los objetivos estratégicos de la empresa? ¿Los estamos cumpliendo? Y si no, ¿qué necesitamos para lograrlo?
- ¿Qué sugieren nuestros empleados?
Es recomendable que utilices métodos de investigación, como encuestas y entrevistas, para conocer las competencias y necesidades de tus empleados.
2. Elegir el target
Una vez hayamos completado el análisis previo, es hora de identificar qué empleados o departamentos van a realizar la formación.
Para definir el target, podemos dividir a los empleados según:
- Su departamento. Aquí se ofrece la misma formación para todos los miembros.
- Su rol. También podemos agrupar a los empleados dependiendo de sus funciones, responsabilidades y niveles de experiencia dentro de la empresa.
- Sus necesidades individuales. Conocer las necesidades de cada trabajador puede ser complicado, pero te asegurarás de que la formación sea más personalizada y efectiva.
Si no sabes por dónde empezar, siempre puedes priorizar en aquellos empleados y/o departamentos que tengan un mayor impacto en los objetivos estratégicos de la empresa.
3. Definir los objetivos
El siguiente paso sería definir cuáles van a ser los objetivos a seguir, los cuales deben seguir una metodología SMART:
- (S) Específicos
- (M) Medibles
- (A) Alcanzables
- (R) Realistas
- (T) Temporales
Por ejemplo, imagina que tu empresa está en proceso de internacionalización y os habéis dado cuenta de la importancia del inglés en el trabajo porque los miembros del departamento de marketing tienen miedo de cambiar de idioma cada vez que hay una reunión. Entonces, nuestro objetivo podría ser: “Mejorar el inglés de todo el equipo de marketing en los próximos 6 meses”.
4. Diseñar el plan de formación
- Definir el contenido formativo. Para hacerlo, tendremos que recurrir a toda la información que hemos recopilado en los pasos anteriores, recordando que el contenido debe responder a las necesidades de los empleados y la empresa. También podéis optar por ofrecer diferentes tipos de contenidos para que los profesionales puedan elegir la opción que más les interese, desde habilidades técnicas hasta soft skills.
- Elegir el método de formación. Dependerá del tipo de contenido y de la opción que mejor se adapte a los empleados, pudiendo encontrar: cursos presenciales, plataformas e-learning, sesiones en grupo, talleres, etc. En base a ello, es posible que necesitemos gestionar también los recursos necesarios, como materiales o formadores externos.
- Establecer un calendario. Debemos establecer cuáles son las fechas de inicio y fin de la formación. Además, definir cuál será la duración del curso para que los empleados puedan planificarse con tiempo.
Los profesionales coinciden en que lo ideal son las clases 1 to 1 imponiéndose el modelo online, aunque en la franja de entre 30 y 39 años hay hasta un 16% que sigue apostando por la presencialidad.
5. Implementar el plan de formación
En este paso hay que asegurarse de que el plan de formación se lleve a cabo según lo planificado anteriormente, por lo que vamos a necesitar coordinar y gestionar todo cuidadosamente para ello.
Para una correcta implementación, vamos a dividirla en tres fases:
- Comunicación. Lo primero es comunicarles a los empleados todos los aspectos relacionados con la formación, incluyendo los objetivos y beneficios para motivarlos a participar. Se puede hacer a través de una reunión o un email informativo.
- Logística. Lo segundo es asegurarnos de que los recursos necesarios (instalaciones, plataformas, profesores, etc) para la formación están disponibles y son accesibles para los trabajadores, pero también de que tengan claro cuándo y dónde se va a realizar.
- Seguimiento. Y lo último es supervisar la participación de los empleados, realizar un seguimiento de su progreso y proporcionarles apoyo si fuera necesario.
6. Evaluación de los resultados
La evaluación de los resultados es el paso final, donde vamos a medir cómo de efectivo ha sido el plan de formación y comprobar si los objetivos se han cumplido.
Algunas acciones que puedes realizar son:
- Medir el rendimiento con KPIs. Estos indicadores nos indicarán qué impacto ha tenido la formación según los resultados obtenidos. Por ejemplo, el ratio de participación o de finalización del curso.
- Obtener feedback de los empleados. Nos servirá para conocer cómo ha sido su experiencia realizando la formación y conocer su nivel de satisfacción.
- Analizar el desempeño laboral. Podemos medir si las competencias de los empleados han mejorado gracias a la formación y si ha contribuido a alcanzar los objetivos de la empresa.
Una vez hayas recogido todos los datos necesarios, puedes revisar qué aspectos (contenido, método, etc) han funcionado bien y cuáles habría que cambiar y/o mejorar en el futuro.
Ejemplos de plan de formación
Hay muchas organizaciones, tanto en ámbito nacional como internacional, que pueden servirte como inspiración. Sin embargo, no tienes que irte tan lejos, en Twenix contamos con diferentes ejemplos de empresas que buscaban una manera de mejorar las habilidades de sus profesionales (en este caso, hablar inglés) y fidelizar su talento interno. En otro artículo os contábamos el ejemplo del caso de éxito de TravelgateX, una plataforma turística que reconoció la necesidad a la que se enfrentaba su organización y decidió ofrecer formación de inglés para su equipo.
¿Por qué incluir el inglés en el plan de formación?
El inglés es una habilidad esencial para cualquier sector, sobre todo para las organizaciones que quieran ser más competentes en el mundo de los negocios. Sin embargo, en nuestro último informe sobre la formación de inglés en las empresas españolas 2024, más de la mitad de los encuestados admitieron no sentirse cómodos hablando inglés (56%). Y eso es un problema que se debe solucionar de manera interna.
Es por eso que te recomendamos la metodología Twenix, diseñada para adaptarse a las necesidades de los profesionales: clases individuales de 26 minutos con 100% de conversación, flexibles 24/7 y personalizadas para que encuentres el microcurso que mejor se adapta a tu sector profesional.